Al hablar de vivienda de interés social, es más recurrente que se proponga la vivienda social progresiva; esto en los países en vías de desarrollo, como lo es Chile, donde el concepto se ha desarrollado ampliamente.
Para los sectores de la población con escasos recursos y en zonas rurales, las políticas de vivienda presentadas por los gobiernos, cada vez les representan menos una solución, ya que se refieren a la vivienda como un alojamiento que se entrega terminado y de carácter definitivo; que en primera instancia les es difícil adquirir por la falta de medios y recursos.
Debido a lo anterior, surge el programa de vivienda progresiva que indica una solución habitacional y no una vivienda terminada; y que consta de carácter no definitivo, sino progresivo para su crecimiento y flexibilidad ante los intereses del usuario.

El programa combate los bajos presupuesto que son asignados por parte del gobierno a este rubro y logra que las personas que pretenden obtener una casa asistan a las organizaciones de apoyo para la vivienda y la consigan conforme: sus recursos, en un corto plazo y cubriendo sus necesidades básicas; para posterior y progresivamente la amplíen y mejoren respecto a sus requerimiento y posibilidades.
La vivienda progresiva tiende a tener como características básicas: recámara, una habitación de usos múltiples, un área de cocina y un baño completo, resultando fundamental la previsión de su crecimiento.
El arquitecto chileno Alejandro Aravena fue acreedor del premio Pritzker 2016 precisamente por ser pionero y por su gran aportación respecto a la vivienda progresiva, afirmando que:
“En lugar de invertir todos los recursos en una casa terminada y con mal diseño como se suele hacer en los planes sociales, con este sistema se invierte el dinero en ‘media casa buena’, y la otra mitad queda proyectada para que la terminen sus dueños en la medida de sus posibilidades y a su criterio” .
– Arq. Alejandro Aravena

Recientemente, en México, el estudio de arquitectura ARKRAFT Studio fue responsable de la ampliación de una vivienda progresiva ubicada en la ciudad de Monterrey y que pertenece al conjunto social “Las Anacuas”, proyectado precisamente por Elemental de Alejandro Aravena.
Tomaron 3 años para que se pudiera concretar, pero el proyecto se dio, resultando en “una distribución que favoreciera la continuidad espacial y percepción de amplitud, todo esto dentro del espacio predeterminado en el proyecto original de Elemental”, de acuerdo a ARKRAFT Studio.
Ciertamente la vivienda progresiva llegó y debe quedarse en México, ya que procura una solución al problema de vivienda que se vive actualmente en el país. Incluso el concepto progresivo adoptado y considerado indiferentemente para los proyectos arquitectónicos en general, podría ser favorecedor para las comunidades mexicanas.